Importancia de los ecosistemas de Chile y sus aves para la conservación Nacional y Mundial

El desarrollo no sustentable ha llevado a la pérdida y degradación de una gran cantidad de ecosistemas naturales en Chile, produciendo un impacto negativo sobre su biodiversidad. A pesar de no ser un país megadiverso en su avifauna (528 especies), Chile sí forma parte importante de ecosistemas que poseen un alto grado de endemismo en estas especies (ej. bosques templados de Sudamérica) y posee hábitats mundialmente reconocidos para la conservación de las aves. Ejemplo de lo anterior, es que Chile es el segundo país en el mundo que alberga la mayor cantidad de aves marinas amenazadas, y junto a Nueva Zelanda y Estados Unidos, corresponden a los tres países de mayor relevancia para su conservación a nivel global.

Las aves juegan roles fundamentales tanto en procesos ecosistémicos como en el bienestar humano. Por ejemplo, dos tercios de la flora leñosa del centro-sur de Chile hasta Cabo de Hornos es dispersada por aves. Flora y vegetación que aporta en la infiltración de aguas lluvias al suelo, en el control de la erosión y, entre otras cosas, es fuente de una gran cantidad de productos forestales no madereros por comunidades locales. En ambientes costeros, las aves que nidifican en colonias tienen un rol muy importante en el ciclo de nutrientes (ej. Nitrógeno y Fósforo) enriqueciendo en biodiversidad los ecosistemas que habitan. Además, las aves marinas nutren el conocimiento local de pescadores artesanales, informando la presencia de peces objetivo de la pesca. Las aves también pueden ser indicadoras de biodiversidad y/o de la salud de diversos ecosistemas (especies centinelas), lo que puede no sólo ayudar a monitorear estos complejos sistemas naturales, sino también detectar tempranamente amenazas que estén afectando ecosistemas naturales, orientando medidas de manejo y conservación.